A mí y a mis hijos son los que más nos gustaba "leer". Cuando las palabras son improvisadas sobre la marcha, cuando se recurre a la propia experiencia y a la del oyente para narrar un cuento mudo... Es entonces cuando más nos acercamos a las ilustraciones; entramos de lleno en lo narrado con ellas, lectores y oyentes nos sentimos parte privilegiada e imprescindible del proceso creador.
Este librito nos ayudó a superar el miedo que la inmensidad del mar provocaba a mi hijo pequeño.

1 comentario:
Publicar un comentario